EFE 02/12/2014 13:33
Barcelona, 2 dic (EFE).- Agentes Rurales de la Generalitat han intervenido en Les Franqueses del Vallès (Barcelona) dos ejemplares de azor, una ave rapaz protegida y cuya captura está prohibida, que iban a ser vendidos para la práctica de la cetrería clandestina.
Los dos ejemplares de azor (Accipiter gentilis), un macho y una hembra, fueron intervenidos el pasado 21 de noviembre, después de que la persona que los tenía no pudo acreditar su procedencia legal.
Azor
Según ha informado la Dirección General del Medio Natural, la intervención de estos dos ejemplares se hizo por la falta de documentación que acreditara que los pájaros habían nacido en cautividad.
Las dos aves rapaces no llevaban ningún tipo de marcaje, anilla metálica o microchip que los identificara, tal y como establece la normativa catalana que regula la práctica de la cetrería.
Los dos azores disponían de lo que se conoce en la jerga cetrera como git o pihuelas, consistente en dos correas delgadas de cuero que se atan por un extremo a las extremidades o patas del pájaro, utilizadas como uno de los elementos de sujeción de la rapaz.
Estas evidencias hicieron sospechar a los agentes que los pájaros iban a ser destinados, clandestinamente, a la cetrería.
Los dos ejemplares de azor (Accipiter gentilis), un macho y una hembra, fueron intervenidos el pasado 21 de noviembre, después de que la persona que los tenía no pudo acreditar su procedencia legal.
Azor
Según ha informado la Dirección General del Medio Natural, la intervención de estos dos ejemplares se hizo por la falta de documentación que acreditara que los pájaros habían nacido en cautividad.
Las dos aves rapaces no llevaban ningún tipo de marcaje, anilla metálica o microchip que los identificara, tal y como establece la normativa catalana que regula la práctica de la cetrería.
Los dos azores disponían de lo que se conoce en la jerga cetrera como git o pihuelas, consistente en dos correas delgadas de cuero que se atan por un extremo a las extremidades o patas del pájaro, utilizadas como uno de los elementos de sujeción de la rapaz.
Estas evidencias hicieron sospechar a los agentes que los pájaros iban a ser destinados, clandestinamente, a la cetrería.