CETRERA DE LA COMPAÑÍA "ÁGUILAS DE VAPORQUERO"
Raquel García es una leonesa de 25 años de edad que siente auténtica pasión por la cetrería. Es una de las 20 integrantes de la compañía “Las águilas de Vaporquero”, que se dedican a difundir la educación sobre esta disciplina, que tal y como ella asegura es un arte de caza
PABLO F.E. BAIONA
Ella y otros ocho compañeros se encargan del espectáculo. Llevan más de 10 años acudiendo a la Festa da Arribada con su espectáculo, aunque en el caso de Raquel este es su cuarto año y las casualidades del destino hicieron que se enrolase con la compañía después de asistir a un espectáculo que dieron en su pueblo. Las ganas y su arranque hicieron el resto.
Entiendo que el mundo en el que se encuentra no es de los más comunes, ¿cómo es la experiencia? Es agradable en el sentido de que es un festejo como otro cualquiera, pero en mi caso lo que me apasiona es la cetrería en sí que entiendo como un arte de caza con Águilas. Cazar con un ave, la captura y te da una presa y tu a cambio le das una recompensa de carne limpia.
¿Cómo es el proceso a grandes rasgos de educación y amaestramiento? El proceso es un arte en sí con diferentes entrenamientos en función de si son Azores, Halcones o Harris, además de que se tarda años. Por un lado está la altonería que se realiza a 200 metros de altura y después la caza con guante que es mano por mano. A grandes rasgos se basa en el principio de recompensa positiva, primero quitarle el miedo, que se familiarice contigo, enseñarlo a cazar y muscularlo porque tienen que tener buen estado físico y a base de premios acaban a prendiendo a que les cunde más es venir a por la comida limpia de tu mano que cazar y despellejar a las presas por ellos mismos
A menudo en este tipo de espectáculos las aves van con los ojos tapados, ¿por qué?. Ese complemento se llama caperuza y se emplea para amansarlas porque se guían por la vista y con y de esa manera están más tranquilas porque solo escuchan y no reaccionan a los estímulos que tienen a su alrededor. Además también se utilizan para que “piensen de sí”, es decir para que reflexionen en el sentido de que si hacen un vuelo mejor la recompensa es mayor, de eso se dan cuenta así.
¿Se les da muchos cuidados a estas aves? Claro que sí, las aves están atadas y esto da lugar a equívocos pero en realidad es que son criadas en cautiverio, no las cogemos en el campo. Eso está prohibido y aunque que no lo parezca vuelan todos los días. Esta disciplina no es más que una manera de educarlas para la caza.
Fuente: Atlántico
